La radioaficion está en peligro:
Una década atrás la radioafición paso por una etapa vergonzosa cuando la FCC debido a los recortes en el presupuesto nacional prácticamente dejo en el olvido al Servicio de Radioaficionados. Tan pronto algunos individuos detectaron la ausencia del acostumbrado férreo mandato de cumplimiento que siempre existió en el Servicio de Radioaficionados, se aprovecharon para hacer de las suyas violando las reglas y lucrándose indebidamente de los beneficios que este servicio brinda como privilegios a los ciudadanos interesados en las comunicaciones.
Esta etapa culmino con el nombramiento de un oficial de la FCC dedicado a velar por el cumplimiento de las reglas y en el debido comportamiento de los radioaficionados en el aire. En varios lugares de la nación y especialmente en Puerto Rico se fue al suelo el andamiaje que ya se había instituido cuando una organización encargada de ofrecer exámenes para la obtención de licencias tuvo que desertificar un centenar de personas que por años se venían lucrando ofreciendo licencia ilegales a cambio de fuertes sumas de dinero. Esta acción trajo como resultado la cancelación de un buen numero de licencias y el requerimiento de la FCC a que personas que obtuvieron sus licencias de esa manera tuvieran que re-examinarse. Este sheriff de la radioafición, Riley Hollingsworth, quien estuvo por más de una década a cargo de esta importante tarea se jubiló de la FCC y su posición quedó vacante con la promesa de que sería nombrado un sucesor “próximamente”. Han pasado largos meses sin que dicha promesa fuera cumplida y como era de esperase ya se ven indicios de intentos para volver al pasado.
En un editorial de la Revista CQ, dedicada a asuntos de la radioafición, se alerta a Kris Monteith, Enforcement Bureau Chief de la FCC que nombre al sucesor de Riley Hollingsworth, K4ZDH a la posición de “Special Counsel for Amateur Radio” de manera que vuelva el proceso de cumplimiento y el orden a las bandas de radioaficionados.
Dice la Revista CQ que la FCC no ha nombrado el sucesor de Hollingsworth y peor que eso, no se ha tomado acción de cumplimiento alguna desde que Riley se retiró el pasado mes de Julio.
Al retirarse Hollingsworth se le prometió a la comunidad de radioaficionados que la dedicación de la Comisión en cuanto a mejorar y mantener el cumplimiento en el Servicio de Radioaficionados se mantendría fuerte. La inacción de la FCC en cuanto a este asunto tiende a demostrar lo contrario.
Esta inacción es inquietante y trae una gran consternación a la radioafición. Sería una tragedia si la FCC se retractara de su promesa y este asunto volviera a lo que era en el pasado. La necesidad de un cumplimiento es sumamente necesaria, prueba de ello fue el reciente arrebato racista en los 20 metros cuando se transmitieron grabaciones de los discursos de Hitler y marchas populares de la época Nazi. Este tipo de incidente era común en las bandas hasta que llego Riley Hollingsworth una década atrás. Cuando los violadores se dieron cuenta de que la autoridad estaba pendiente de este tipo de incidente, ese tipo de acción desapareció de las bandas. Ahora en ausencia de la autoridad, poco a poco veos como resurge.
Pasados sólo unos meses del retiro de Riley, ya volvemos a notar el regreso de algunos radioaficionados que una vez más comienzan a sentirse libres para hacer lo que le viene en gana sin consecuencias o penalidades. Esta demás comentar aquí que en Puerto Rico tenemos un puñado de indeseables que muestra comportamiento similar insultando y usando lenguaje impropio no tan solo con los radioaficionados locales sino también con muchos del exterior. Muchos radioaficionados no se dan cuenta de que estos sujetos, faltos de atención, se dedican a cometer delitos y a comportarse de manera inaceptable precisamente en búsqueda de la atención que no merecen. Muchos radioaficionados le hacen caso, le llevan la contraria y los regañan sin darse cuenta que lo que hacen es poner combustible en el fuego.Es penoso decir que aunque se supone que el Servicio de Radioaficionados es auditado por los mismos radioaficionados dentro de un "Sistema de Honor" (“self policing”), en estos tiempos necesitamos un sheriff externo que imponga el orden y la cordura en las bandas. De no ser así, se ha comprobado, que las bandas asignadas al Servicio de Radioaficionados se convertirían en una extensión de las bandas ciudadanas. En Puerto Rico se hace un tanto difícil erradicar este mal debido a que nosotros, los puertorriqueños creemos a pie juntillas en el ¡Ay bendito! Se nos hace sumamente difícil entender que cuando permitimos este comportamiento nos estamos convirtiendo en participes del problema.
Es innegable que la Comisión Federal de Comunicaciones tiene que volver a ocuparse del proceso de cumplimiento y debe hacerlo lo más pronto posible antes de que la situación vuelva a estar fuera de control. La señora Monteith debe actuar con prontitud y nombrar al sucesor de Riley Hollingsworth para que podamos estar seguros de que la FCC no ha abandonado otra vez a los radioaficionados.
Una década atrás la radioafición paso por una etapa vergonzosa cuando la FCC debido a los recortes en el presupuesto nacional prácticamente dejo en el olvido al Servicio de Radioaficionados. Tan pronto algunos individuos detectaron la ausencia del acostumbrado férreo mandato de cumplimiento que siempre existió en el Servicio de Radioaficionados, se aprovecharon para hacer de las suyas violando las reglas y lucrándose indebidamente de los beneficios que este servicio brinda como privilegios a los ciudadanos interesados en las comunicaciones.
Esta etapa culmino con el nombramiento de un oficial de la FCC dedicado a velar por el cumplimiento de las reglas y en el debido comportamiento de los radioaficionados en el aire. En varios lugares de la nación y especialmente en Puerto Rico se fue al suelo el andamiaje que ya se había instituido cuando una organización encargada de ofrecer exámenes para la obtención de licencias tuvo que desertificar un centenar de personas que por años se venían lucrando ofreciendo licencia ilegales a cambio de fuertes sumas de dinero. Esta acción trajo como resultado la cancelación de un buen numero de licencias y el requerimiento de la FCC a que personas que obtuvieron sus licencias de esa manera tuvieran que re-examinarse. Este sheriff de la radioafición, Riley Hollingsworth, quien estuvo por más de una década a cargo de esta importante tarea se jubiló de la FCC y su posición quedó vacante con la promesa de que sería nombrado un sucesor “próximamente”. Han pasado largos meses sin que dicha promesa fuera cumplida y como era de esperase ya se ven indicios de intentos para volver al pasado.
En un editorial de la Revista CQ, dedicada a asuntos de la radioafición, se alerta a Kris Monteith, Enforcement Bureau Chief de la FCC que nombre al sucesor de Riley Hollingsworth, K4ZDH a la posición de “Special Counsel for Amateur Radio” de manera que vuelva el proceso de cumplimiento y el orden a las bandas de radioaficionados.
Dice la Revista CQ que la FCC no ha nombrado el sucesor de Hollingsworth y peor que eso, no se ha tomado acción de cumplimiento alguna desde que Riley se retiró el pasado mes de Julio.
Al retirarse Hollingsworth se le prometió a la comunidad de radioaficionados que la dedicación de la Comisión en cuanto a mejorar y mantener el cumplimiento en el Servicio de Radioaficionados se mantendría fuerte. La inacción de la FCC en cuanto a este asunto tiende a demostrar lo contrario.
Esta inacción es inquietante y trae una gran consternación a la radioafición. Sería una tragedia si la FCC se retractara de su promesa y este asunto volviera a lo que era en el pasado. La necesidad de un cumplimiento es sumamente necesaria, prueba de ello fue el reciente arrebato racista en los 20 metros cuando se transmitieron grabaciones de los discursos de Hitler y marchas populares de la época Nazi. Este tipo de incidente era común en las bandas hasta que llego Riley Hollingsworth una década atrás. Cuando los violadores se dieron cuenta de que la autoridad estaba pendiente de este tipo de incidente, ese tipo de acción desapareció de las bandas. Ahora en ausencia de la autoridad, poco a poco veos como resurge.
Pasados sólo unos meses del retiro de Riley, ya volvemos a notar el regreso de algunos radioaficionados que una vez más comienzan a sentirse libres para hacer lo que le viene en gana sin consecuencias o penalidades. Esta demás comentar aquí que en Puerto Rico tenemos un puñado de indeseables que muestra comportamiento similar insultando y usando lenguaje impropio no tan solo con los radioaficionados locales sino también con muchos del exterior. Muchos radioaficionados no se dan cuenta de que estos sujetos, faltos de atención, se dedican a cometer delitos y a comportarse de manera inaceptable precisamente en búsqueda de la atención que no merecen. Muchos radioaficionados le hacen caso, le llevan la contraria y los regañan sin darse cuenta que lo que hacen es poner combustible en el fuego.Es penoso decir que aunque se supone que el Servicio de Radioaficionados es auditado por los mismos radioaficionados dentro de un "Sistema de Honor" (“self policing”), en estos tiempos necesitamos un sheriff externo que imponga el orden y la cordura en las bandas. De no ser así, se ha comprobado, que las bandas asignadas al Servicio de Radioaficionados se convertirían en una extensión de las bandas ciudadanas. En Puerto Rico se hace un tanto difícil erradicar este mal debido a que nosotros, los puertorriqueños creemos a pie juntillas en el ¡Ay bendito! Se nos hace sumamente difícil entender que cuando permitimos este comportamiento nos estamos convirtiendo en participes del problema.
Es innegable que la Comisión Federal de Comunicaciones tiene que volver a ocuparse del proceso de cumplimiento y debe hacerlo lo más pronto posible antes de que la situación vuelva a estar fuera de control. La señora Monteith debe actuar con prontitud y nombrar al sucesor de Riley Hollingsworth para que podamos estar seguros de que la FCC no ha abandonado otra vez a los radioaficionados.
Kris Monteith, Enforcement Bureau Chief de la FCC antes de ser nombrada a su nueva posición sirvió como “Deputy Bureau Chief” para el Buro de Asuntos del Consumidor”. En esa posición tenía la responsabilidad de velar por la interacción con los gobiernos locales y estatales y otras agencias federales comunicándoles y educando al público en asuntos relacionados con la Reglas de la FCC, política, programas y planes. Anteriormente sirvió como Jefe de la División de Políticas del Buro de Telecomunicaciones Inalámbricas además de en otras divisiones de la Comisión. Antes de ser parte de la FCC, trabajo como abogada en la firma McDermott, Will & Emery and Keller and Heckman. Recibió su titulo como Bachiller en Artes de la Universidad de Colorado y su grado doctoral en leyes de la Universidad George Washington en Washington, DC.
Hasta la próxima, 73
Victor Madera, KP4PQ
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